Tras poner en marcha el plan de cuidados, comienza la fase de evaluación. A pesar de situarla como la última etapa del proceso enfermero, se trata de una actividad planificada y continua que se debe realizar paralelamente a cada acción de enfermería.
La evaluación se define como la comparación planificada y sistematizada entre el estado de salud del paciente y los resultados esperados. Evaluar, es emitir un juicio sobre un objeto, acción, trabajo, situación o persona, comparándolo con uno o varios criterios.
La evaluación posee gran relevancia puesto que las conclusiones extraídas durante esta etapa determinarán si las intervenciones enfermeras deben finalizarse, prolongarse en el tiempo o modificarse. Berman y Snyder defienden que mediante la evaluación, los profesionales de enfermería demuestran tres cuestiones fundamentales:
- La responsabilidad de sus acciones, ya que se visibilizan y se ponderan las consecuencias de su trabajo.
- El interés de los profesionales en los resultados de sus actividades, porque al efectuar la evaluación se está demostrando preocupación por las repercusiones de las acciones llevadas a cabo.
- Un deseo de progreso manifestado por la sustitución de acciones ineficaces por otras con mejores resultados.
Silvela, F. 2012. Manual CTO Oposiciones de Enfermería. © CTO Editorial, S.L. España.
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